Lo que sigue es la descripción fría, casi científica, de todo cuanto la fantasía erótica del ser humano se niega a imaginar por temor precisamente a dejarse arrastrar por lo que estos cuatro libertinos parecen no tener inconveniente alguno en practicar. Nos adentramos con ellos en el dominio absoluto del Mal, con todos sus sistemáticos, meticulosos e implacables rituales. Este es un territorio en el que han desaparecido todos los límites que impone cualquier moral. En ello radica a la vez su máxima atracción y el brutal rechazo que inspira. A quienes no se sientan con fuerza suficiente para dejarse deslizar hacia estas infernales simas del alma, aconsejamos que reflexionen antes de emprender la lectura de esta novela, tal vez la más transgresora de la historia de la narrativa erótica mundial.