Doña Leonor López de Córdoba, hija del Maestre de Calatrava y ahijada de la infanta doña Constanza, vivió desde su nacimiento con el rey de Castilla, don Pedro el Cruel, y su familia, gozando de sus mismos privilegios.
Al morir el rey, asesinado por su hermano bastardo Enrique de Trastámara, toda la familia de Leonor cayó en desgracia: su padre muere de la manera más deshonrosa, y ella, su hermano y su marido son encarcelados en la Atarazanas de Sevilla.
Al ser liberada restauró su patrimonio y desde la nada subió a lo más alto del poder en la Corte, llegando a convertirse en la primera valida de la historia, y en uno de los grandes personajes de la Edad Media, conservándose un libro de Memorias donde contaba todos los hechos que en esta novela se narran.