María Pacheco, la viuda de Juan de Padilla, una mujer luchadora y rebelde, no se resigna a la derrota de sus ideales y resiste atrincherada en la ciudad de Toledo; pero Carlos V no tendrá piedad con ella. Condenada a muerte, se verá obligada a vivir un triste exilio en Oporto, donde morirá sin llegar a recibir nunca el perdón real.