En la última parte de su libro Las palabras y las cosas, Foucault ha descrito con gran énfasis la honda ruptura epocal que, a su modo de ver, se ha producido en el mundo occidental con el paso del siglo XVIII al XIX. Se trata, dicho brevemente, de la quiebra del sistema clásico del racionalismo o de la Ilustración, con el que se estableció, por última vez en nuestra historia, un sistema meticulosamente construido y fiable de todo el saber humano.