El análisis de una instalación de vídeo del artista americano Bill Viola pretende ofrecer los elementos principales para la elaboración de una estética de la religión en nuestros días. Las cuestiones relativas a la visibilidad de las imágenes, cuyo contexto teológico-religioso fue de enorme significación en la obra de san Juan de la Cruz, cobran vida con las nuevas posibilidades de representación del arte contemporáneo. Una aproximación iconográfica a la obra de Bill Viola y a los dibujos autógrafos de san Juan de la Cruz nos muestran hasta qué punto la potencia o la impotencia de las imágenes sigue siendo central para el estudio de la historia de las religiones.