Argumento de La Secta de los Egoístas
Con "La Secta de los egoístas", Raimundo Montero Pizarro (Zarzalejo-Madrid-1958), vecino de San Vicente del Raspeig, nos presenta un conjunto de cuentos con una forma de narrar muy personal y prácticamente desconocida en España: el relato corto de estructura clásica y con dos características esenciales: a medio camino entre la picaresca y el diálogo filosófico. Ya se había iniciado en el relato corto participando en varias obras colectivas y en ésta se recrea en un tipo de literatura que combina una forma muy cuidada, pero sin olvidarse del contenido, ya que cree que la literatura ha de entretener, pero sin dejar de aportar algo nuevo. Si ya nuestra efímera existencia debiéramos tomárnosla como un pasatiempo tragicómico, los relatos de este libro nos incitan a que participemos con los personajes de ficción en el gran teatro del juego de la vida. Todos ellos están ambientados en Alicante, San Vicente del Raspeig y uno en Zarzalejo (Madrid), pero su contenido nos introducen en sucesos que suelen ocurrir en cualquier otra ciudad española. Sólo se mencionará, en estas breves líneas, aquello que va explícito en el título de algunos de los cuentos o novelas cortas: "La secta de los egoístas", tal como su nombre indica, versa sobre el sentimiento o instinto más profundo y esencial de los seres humanos. "La fantasmagoría literaria", describe los aspectos fantasmagóricos del mundo de la literatura (escritores, periódicos, concursos literarios amañados, plagios, etc.). "La verdadera historia de Jesús de Nazaret" es un evangelio, pero apócrifo y muy distinto de los de curso corriente. "Los pícaros de Zarzalejo no perdonan", nos incita a mirar desde las alturas de la picaresca. Los demás escritos de costumbres, provistos de cierto talante filosófico y existencialista, son: "El castillo de Santa Bárbara", "Los hedonistas del Instituto Miguel Hernández de Alicante", "Palabra de Dios" y "La pitonisa de San Vicente y su bola de cristal".0