Como legado para la literatura Gustavo Adolfo Bécquer dejó sus Rimas, a través de las cuales deja ver lo melancólico y atormentado de su vida; en el género de las leyendas escribió Maese Pérez el Organista, Los ojos verdes, Las hojas secas y La rosa de pasión, entre otras. Escribió esbozos y ensayos como La mujer de piedra, La noche de difuntos, Un Drama y El aderezo de esmeraldas. Hizo descripciones de La basílica de Santa Leocadia, el Solar de la Casa del Cid y el Enterramiento de Garcilaso de la Vega, entre otras. Por último, dentro del costumbrismo, escribió Los dos Compadres, Las jugadoras, La Semana Santa en Toledo, El café de Fornos y otras más.