A lo largo de la historia se observa una relación profunda entre los métodos de organización del trabajo y el bienestar, la salud y la seguridad de los trabajadores. Y ¿qué ha ocurrido en este terreno desde entonces? Pues podemos distinguir, por lo menos, otros cuatro procesos diferenciados que conviene destacar: en primer lugar, el de los cambios recientes en la organización del trabajo, en segundo lugar los avances científicos en el conocimiento de los procesos causales que enlazan diversas características del trabajo con el estrés laboral y su impacto en ciertos daños relacionados con el trabajo, en tercer lugar el impulso a la investigación de impactos sobre la salud y seguridad de los trabajadores, de mayor amplitud que los relacionados con el estrés laboral, al considerar los efectos de la organización del trabajo y, en cuarto lugar, los nuevos enfoques que se proponen para el estudio de las relaciones entre las condiciones de trabajo y el bienestar, la salud y seguridad de los trabajadores. Cuestiones tales como la globalización, el incremento de la competitividad, la integración de la mujer en el mundo laboral, la diversidad de la fuerza de trabajo (con la incorporación, que no siempre integración, de la población inmigrante), el envejecimiento de la población trabajadora, la reestructuración y subcontratación de tareas, cultural, los cambios en las estructuras familiares, el trabajo temporal o a tiempo parcial, la flexibilización y cambios continuos, la introducción de los sistemas de alto rendimiento, la gestión de la calidad y la preocupación de la sociedad por la sostenibilidad y la responsabilidad social. Y éste es el segundo mensaje a resaltar: junto con la mayor importancia del sector de los servicios y de la sociedad del conocimiento, están acumulándose gran variedad de modificaciones en la organización del trabajo, caracterizadas por el cambio constante y la flexibilidad. En este libro se abordan de manera específica los efectos de los aspectos psicosociales en el trabajo; ya que desde el tercer cuarto del siglo XX vienen estudiándose y conociéndose las estrechas relaciones entre algunas condiciones del trabajo y el riesgo de estrés laboral, así como el papel del estrés como mediador de enfermedades cardiovasculares y trastornos psicológicos; siendo este aspecto -el estrés- uno más de la multitud de riesgos psicosociales a los que debemos prestar atención.