Me llamo Victoria y soy ludópata. O mejor, si se me permite el palabro: me llamo Victoria y soy ludóputa. Jugadora de casino y, porque jugadora, puta. Y esto que sigue es mi historia. La historia de una adicción al juego llevada al límite, a finales de la década de los ochenta del siglo XX en Madrid, paisajes al fondo de la vida de Victoria un gran casino de juego y los ambientes y usos de la prostitución de lujo.