Claves para una economía y unas finanzas más responsables, personalizadas y alejadas del despilfarro. La reciente crisis ha sido el resultado de un modelo de gestión implantado desde inicios del siglo pasado, que ha llevado al mundo a un consumo desbocado y a generar burbujas, malgastando recursos facilitados por las entidades financieras, sin aplicar el necesario control. Como consecuencia de estas prácticas inadecuadas, el consumo ha acabado cayendo espectacularmente y los recursos financieros se han vuelto mucho más difíciles de obtener. Para no caer en los mismos errores, hay que cambiar definitivamente de paradigma y olvidarse de generar productos y servicios a gran escala, despersonalizados y que no tienen en cuenta las preferencias de los clientes. Nuevos enfoques, para los que la eficiencia y la innovación forman parte esencial de su ADN, están ya introduciéndose desde hace unos años y las empresas que operan de acuerdo con ellos están obteniendo magníficos resultados. Este es el camino que las empresas deben emprender ahora y en el futuro.