Argumento de La Piel de Zapa
A despecho de una ajetreada vida mundana (viajes, lances amorosos, frustradas tentativas políticas, etc.) bajo el signo del dandismo militante, Honoré de Balzac (Tours, 1799-París, 1850) fue autor de una portentosa y vasta obra literaria, cuyo núcleo central, La comedia humana (formado por 85 novelas completas de las 137 previstas), no tiene parangón en ninguna otra época anterior o posterior. Gracias a su meticulosidad en la delineación de personajes, a su profundidad psicológica, a su detallismo en las descripciones, logró crear un variopinto mosaico de tipos y costumbres populares que constituye un acabado retrato de la sociedad de su tiempo y le convierte en uno de los fundadores de la novela realista. La piel de zapa (1831) es la primera de sus grandes novelas y representa una especie de transición entre sus primerizos cuentos con elementos fantásticos y sus posteriores escritos de mayor extensión, en donde predomina el análisis psicológico y la observación realista. El simbolismo del talismán que permite a su poseedor satisfacer todos sus caprichos lo utiliza aquí Balzac como hizo siempre con lo fantastique: como excusa para expresar su filosofía de la vida, sus profundas reflexiones metafísicas sobre la condición humana, mediante mitos y visiones sobrenaturales que justifican plenamente la conocida objeción de Baudelaire: «Más de una vez me ha asombrado que la mayor gloria de Balzac fuera la de ser tenido por un observador; siempre me había parecido que su principal mérito consistía en ser un visionario, un apasionado visionario».0