Con agudo ingenio y el acierto de encontrar la palabra exacta, Saer delata nuestra tendencia a anticipar juicios sobre lo que no podemos saber y nos descubre la dificultad de formarnos una opinión realista en un mundo no simplificable, ahondando en los rincones más oscuros de nosotros y llevando al límite nuestra capacidad de percepción y comprensión.