En 2003 son asesinados en Irak nueve agentes del CNI sin que se logre descubrir al culpable. Años después, Antonio Alba, un agente español represaliado por la dirección del centro, es llamado por su antiguo jefe para que investigue la reactivación de un topo que llevaba mucho tiempo sin dar señales de vida. Ha de hacerlo deprisa, antes de que este consiga lo que está buscando y también lo tendrá que hacer fuera de los cauces oficiales, porque en el servicio secreto hay quienes quieren ajustar cuentas con él. Sus viejos enemigos le esperan pero a él no le importa, va a cazar al traidor que mató a sus compañeros.