¿Cómo Adolf Hitler, un simple ex cabo del ejército que ni siquiera era alemán, logró llegar a ser el líder de una nación que pondría en jaque a toda Europa? ¿De qué modo alcanzó un poder tan desmesurado? La razón hay que hallarla en una inusual mezcla de agudeza política y la convicción fanática en unas creencias delirantes.