Deudora del realismo mágico, esta novela seduce al lector desde las primeras líneas y lo conduce de la mano a lo largo de toda la narración. Con una prosa poética y musical, maravillosamente construida, la autora mezcla lo mágico, lo fantástico y lo onírico; además, toma de la sabiduría popular referentes literarios de tradición oral que recupera para ensamblar la novela, que se funden con otros aspectos formales de la narración y que dotan esta obra, de corte psicológico, de una innegable modernidad. (Carmelo GaritaonandÍa. Catedrático de periodismo de la Universidad del País Vasco)