Aquél era un hombre de palabra? Herido en cuerpo y alma, Noah Cutter no se creía merecedor de disfrutar de la compañía de nadie. Fue entonces cuando a su hermano le pasó factura su forma de vida y Noah se dio cuenta de que el honor le obligaba a hacerse cargo de la esposa de su hermano? Allí de pie, con el cuello del abrigo levantado y el rifle en la mano, Noah era el hombre más intimidante que Katherine había visto en su vida. Y, aunque las falsas promesas de otro hombre ya le habían roto el corazón, no pudo evitar confiar en aquel desconocido. De hecho, instintivamente supo que debía aprovechar la oportunidad que Noah le brindaba, por ella misma? y por su futuro hijo.