Carlos García Gual
Durante los años inciertos de la guerra de las Dos Rosas, sir Thomas Malory escribió, supuestamente desde la cárcel, la primera gran epopeya de la literatura inglesa a partir de su propia recopilación de viejas fuentes francesas y británicas que iba traduciendo a la vez que añadía ideas de su cosecha, hasta ir perfeccionando su obra a medida que avanzaba el libro, para culminar en los capítulos finales, que son los más admirables de cualquiera de las versiones artúricas. La obra se imprimió en 1485 en el taller de William Caxton, el primer impresor de Inglaterra, que la tituló Le Morte D;Arthur. Caxton prologó y unificó las ocho novelas que escribió Malory en veintiún libros, dando así coherencia temática a la maestría narrativa de su autor.
Gracias a este libro, los relatos artúricos han conocido múltiples y variadas ediciones a lo largo de estos cinco siglos, siendo Malory, junto con Shakespeare y Chaucer, uno de los pocos autores ingleses de un pasado no cercano que siguen siendo leídos.