La necesidad del Pueblo de la Matanza de consumir y comercializar carne sin control y sin escrúpulo acompaña el ascenso social de Xiatong Luo y del alcalde del pueblo, el Señor Lan. En esta obra la carne es símbolo de la transformación, por no decir de la obsesión, de la sociedad china que evoluciona hacia un capitalismo basado exclusivamente en ganar más y más dinero.
Junto con esta estrambótica y rimbombante peregrinación por la campiña china, el autor nos brinda una cornucopia de carne animal ya cocinada: avestruz, camello, burro, perro, además de otras variedades más comunes. A la vez que sus dos narraciones convergen y se aclaran mutuamente, Mo Yan se adentra en el carácter y el estilo de vida de la China moderna.
Desplegando el abanico de sus múltiples talentos fabulista, juglar moderno, escritor escatológico, maestro de alusiones y genio hiperbólico, entre otros, esta obra lleva al lector con un ritmo animado, aumentando constantemente sus ganas de lectura mediante un humor ácido hasta su asombroso final.