Darya Borisovna conoció en su juventud el esplendor de la corte del zar Nicolás II. Allí cuidó del zarévich Alexei, el heredero del trono, hasta los terribles sucesos que desembocaron en la ejecución de la familia imperial. En 1991, cuando el régimen soviético se ha derrumbado, ya sólo es una anciana con fama de hechicera, siempre rodeada de unas extrañas mariposas que muchos consideran una reencarnación de los espíritus de la dinastía derrotada.
Es precisamente entonces cuando un grupo de aristócratas nostálgicos solicitan su ayuda. Tienen razones para sospechar que Alexei sobrevivió a la matanza, y un heredero del zar podría cambiar el futuro político de Rusia. Pero para Darya Borisovna la búsqueda del zarévich superviviente también es una forma de recomponer los fragmentos de su propio pasado.