El Concilio Vaticano II abrió y ofreció a todos los miembros de la Iglesia el tesoro de la Palabra de Dios. Desde entonces, muchos cristianos se han preguntado: «¿Cómo hacer una lectura creyente y orante de la Escritura?». A esta pregunta intenta responder este libro, presentando de forma sencilla y clara el itinerario de la Lectio Divina.Un itinerario que no es una práctica obsoleta, sino -como dijo Juan Pablo II- un itinerario antiguo con posibilidades nuevas. Un método que va más allá del mero método, porque sumerge en el corazón de Dios hasta hacer del orante Biblia viviente para sus hermanos y para el mundo. Un itinerario que fue recomendado por la Pontificia Comisión Bíblica y que ha sido retomado por el papa Benedicto XVI en la Exhortación apostólica Verbum Domini: «La Lectio Divina es capaz de abrir el tesoro de la Palabra de Dios y crear el encuentro con Cristo, Palabra divina y viviente».