Este libro propone una revisión en profundidad de la ilustración gráfica durante el periodo de 1800 a 1870, estudiada aquí como un cuerpo problemático de imágenes dotado de sentidos a menudo contradictorios, plagado de anacronismos y desajustado respecto a ciertos esquemas estilísticos e ideológicos de la visión histórica del arte del siglo XIX. Para establecer una nueva estructura de interpretación de las imágenes de reproducción, se han restituido las funciones que les fueron asignadas en su época, se han contrastado éstas con la recepción que tuvieron las obras y se han conectado las estrategias artísticas que pusieron en práctica sus autores con modos de conocimiento y representación aplicados y debatidos también en la política y la ciencia.