En agosto de 1944, los miembros del Sonderkommando de Auschwitz-Birkenau lograron fotografiar clandestinamente los métodos de exterminio utilizados en el lugar donde ellos mismos se encontraban prisioneros. Nos quedan cuatro fotografías de aquellos momentos. Y este libro intenta analizarlas preguntándose por las condiciones en que determinadas fuentes visuales pueden ser utilizadas por la disciplina histórica. Igualmente, el autor propone una crítica filosófica de lo inimaginable, pero también de lo que, pese a todo, podemos imaginar al respecto. Se trata de comprender, así, lo que significa ese pese a todo en este contexto.
El objetivo es descubrir que las imágenes pueden desvelar lo real, por lo menos de alguna forma, y sustraerse así a los peligros del fetichismo. Para explicar todo esto el autor se refiere a películas como Shoah, de Claude Lanzmann, o Histoire(s) du cinéma, de Jean-Luc Godard; a la noción de la redención de la imagen según Walter Benjamin y Siegfried Kracauer; y al lugar de la imaginación en la cuestión ética en la obra de Hannah Arendt. Y, en fin, se reinterpreta nuestro actual malestar cultural desde la perspectiva de la imagen en la época de la imaginación desgarrada.