La hora de Gandhi es un revelador ensayo sobre la actualidad del pensamiento del político indio: la posibilidad de pasar de una situación política injusta a otra más democrática de manera pacífica y sin violencia, y el debate entre el concepto moderno de soberanía y la idea de soberanía compartida como una visión alternativa del poder. Las luchas no violentas por la paz, la libertad y la democracia han sido capitales en la mayoría de los grandes movimientos populares de los últimos cien años: campañas contra el gobierno colonial, contra el régimen comunista en Polonia y en otros países de detrás del telón de acero y contra el apartheid en Sudáfrica. El error más generalizado acerca de la lucha política y la construcción de una nación es que la violencia siempre es la clave para derrotar la injusticia y luchar contra una dictadura. Gandhi creía que una ley injusta era un insulto al amor propio, a la dignidad y a la conciencia de los ciudadanos y que creaba una división inaceptable entre el individuo y su experiencia de la verdad. Como señala Ramin Jahanbegloo, durante el pasado siglo, figuras como Martin Luther King, Nelson Mandela, Desmond Tutu, el Dalai Lama y algunas mucho menos conocidas, como Maulana Azad y Khan Abdul Gaffar Khan, han practicado el poder de la no violencia. Y ya en nuestros días, fenómenos como el de las «primaveras árabes», o el movimiento verde de Irán, demuestran que se puede desafiar a los regímenes opresivos no por la fuerza de las armas, sino por la fuerza del espíritu.