El prodigioso ascenso del kárate desde una serie de técnicas okinawenses de defensa personal, oscuras y secretas, hasta convertirse en una de las tradiciones marciales más veneradas y reconocibles de Japón puede atribuirse a un solo hombre: Gichin Funakoshi, el Padre del Kárate Moderno. Aunque los orígenes del kárate permanezcan envueltos en un halo de misterio, Funakoshi trabajó incansablemente para divulgar su mensaje de espiritualidad y la importancia de vencer sin combatir. El kárate tiene actualmente adeptos en todo el mundo.
En La esencia del kárate, Funakoshi relata con sus propias palabras el kárate moderno, desde sus orígenes hasta su esencia misma, recurriendo a su vasta comprensión personal y a sus miles de experiencias. Su obra describe un cuadro fascinante de este arte marcial, incluyendo recuerdos de su formación desde la infancia e historias de muchos maestros de kárate. Funakoshi se esfuerza por hacer hincapié en que la verdadera victoria reside en no combatir y, además de examinar la filosofía del kárate, explica la razón por la que muchos grandes practicantes de artes marciales mejoran con la edad.
Con un prólogo de Hirokazu Kanazawa, uno de los discípulos más cercanos de Funakoshi, La esencia del kárate ofrece al lector una singular perspectiva de la historia y el arte del kárate desde el punto de vista de su venerable maestro. A través de la detenida lectura de estas páginas, el lector se acercará a la comprensión de la esencia misma del kárate.
Gichin Funakoshi
Gichin Funakoshi (1868-1957), nació en Okinawa, la cuna del Kárate, fue el precursor en la introducción del kárate al resto de Jápón y posteriormente al mundo.