El escritor de esta obra emprende en 1864 la escritura de la que sería, para algunos críticos, su más lograda novela. A medida que el trabajo avanza experimenta una especie de «revelación» que le obliga a cambiar la orientación de la novela: Moreau deja de ser un individuo para convertirse en arquetipo de toda una generación. Pasión amorosa y pasión política para la generación que creció con los ideales de la revolución de 1830, y que fue aplastada en medio de la sangre en las jornadas revolucionarias de 1848 en París, acontecimiento histórico del que esta novela da cumplida cuenta. Este paso de la historia individual, los amores y desventuras de Frédéric, a la historia social, con los vertiginosos sucesos de la revolución, obligó al autor a buscar recursos formales que terminaron por dotar al relato de una modernidad absoluta, clave para el desarrollo posterior de la narrativa.
La edición se completa con más de 600 notas, en las que el lector encontrará información útil sobre la identidad y relevancia de los personajes históricos que protagonizaron la vida social y política de aquella Francia.