A un determinado nivel no existen materias difíciles, sino materias o mal explicadas o explicadas de forma compleja. Un ejemplo de esto, lo tenemos en el desarrollo del cálculo diferencial, el cálculo integral o de cualquier otra teoría física o matemática desarrolladas en los siglos VII, VIII y IX. Por ejemplo, respecto al cálculo integral, sólo los muy avezados de la época eran capaces de entender lo que genios de la categoría de Leibniz, Gauss, Newton y otros, se hallaban desarrollando. Hoy en día se podría decir que cualquier estudiante de bachillerato es muy capaz de entender estos conceptos. Este libro constituye un método didáctico para enseñar a derivar parcialmente de forma fácil y sistemática, de manera que su estudio sea secuencial, es decir, que conviene no avanzar excesivamente si no se tienen bien cimentados los conocimientos anteriores, y sobre todo, como se indicó anteriormente, si no se sabe derivar bien.
Además es un libro que sólo pretende un objetivo: enseñar a derivar parcialmente, por lo tanto, no es un libro de grandes teorías, ni siquiera un libro completo que incluya todos los teoremas y demostraciones que se estudian en cualquier curso de cualquier carrera técnica o científica en la universidad, sino simplemente un libro para aprender a hallar y simplificar con cierta soltura las derivadas parciales de cualquier función de varias variables, de forma que capacite a cualquier persona para aprender conceptos más complicados, como los de la teoría de campos.
En definitiva se trata de un libro autodidáctico, que lo que pretende es facilitar el estudio de los diversos temas que aborda de forma que no necesite ayuda alguna para su comprensión.