Primero nos dijeron que sólo era una leve desaceleración. Luego que a nosotros no nos pillaría porque habíamos hecho los deberes. Ahora que a la inmensa mayoría de los trabajadores nos han congelado los salarios (cuando no los han reducido) y el paro no deja de aumentar, los principales culpables de la crisis económica se lavan las manos o, directamente, incrementan sus beneficios como si la cosa no fuera con ellos.
A través de las viñetas realizadas cotidianamente para el diario Público desde el comienzo de la crisis, Manel Fontdevila disecciona con humor y precisión de cirujano las causas de la actual situación económica y nos explica por qué y para quién está siendo un éxito.
Por sus chistes desfilan políticos, empresarios, economistas, trabajadores y todo tipo de personajes que padecen o se aprovechan de la situación, según las circunstancias.