Este es el primer libro académico de nuestro ámbito que plantea en forma sistemática y directa una visión de la comunicación de los gobiernos, desde una perspectiva estratégica y no solo instrumental. El texto analiza desde la inserción de la comunicación en el proyecto de gobierno hasta la relación de los gobiernos con los medios, pasando por la necesidad de definir con precisión la estrategia comunicacional.
Está compuesto de tres textos. En el primero, Mario Riorda plantea la necesaria existencia de un mito de gobierno para una comunicación gubernamental exitosa, y el peligro de tener ese plan general pero ser incapaz de comunicarlo. La necesidad, también, de generar consensos para mantener la gobernabilidad, en sociedades como la nuestra, con un déficit notable de orden, y con gravez problemas de inclusión social, exige, según sostiene Luciano Elizalde en el segundo de los textos, conocer la comunicación como el recurso simbólico por excelencia para crear la condiciones de buen gobierno.
Todo ello en un contexto en el que, por una parte, los medios instalan más cuestiones de fondo que las instituciones políticas, y, por otra, no hay un mensaje de largo plazo coherente con lo actuado desde los gobiernos y ellos se sorprenden más que los medios de los acontecimientos, ceden ante la presión de la opinión pública y dejan de mediar las identidades sociales, como afirma Fernándes Pedemonte en el tercer texto.