La conversación es una actividad universal y omnipresente en nuestra vida cotidiana y, probablemente, la más importante de las actividades que nos caracterizan como seres sociales. Para un aprendiente de lenguas extranjeras, saber mantener una conversación es, por tanto, no solo el objetivo primordial, sino un paso esencial para integrarse en la comunidad y establecer relaciones con otros usuarios de la lengua meta. Es muy poco, sin embargo, lo que se sabe acerca cómo se desenvuelven los estudiantes de español cuando participan en una conversación y a qué dificultades hacen frente. Esta obra pretende, desde esta perspectiva, contribuir al conocimiento de la competencia conversacional en español como lengua extranjera, poniendo el foco en los aspectos interactivos y colaborativos. La intención es, por un lado, descubrir las dificultades que tienen los aprendientes a la hora de gestionar aspectos concretos de la alternancia de turnos y el manejo de los temas y, por otro, ofrecer propuestas para su enseñanza en el aula.