La población inmigrante en España experimentó un crecimiento rápido y progresivo desde las últimas décadas del siglo XX hasta los comienzos de XXI. En este contexto, los flujos migratorios procedentes de Ecuador han sido unos de los más significativos desde el punto de vista cuantitativo. La integración social de estos inmigrantes pasa necesariamente por el plano lingüístico, cobrando, en el caso de la población hispanohablante, una especial relevancia factores psicosociales que afectan a la esfera del individuo. Atendiendo a los últimos enfoques cognoscitivos en el estudio de las variedades del español, en las páginas de esta obra se analiza de qué manera influye la lengua en la integración de los inmigrantes ecuatorianos residentes en la ciudad de Madrid y se plantean hipótesis sobre el modo en que se está produciendo su integración sociolingüística, detectando los factores que condicionarán este proceso. Para ello, dada la incidencia directa de las actitudes lingüísticas en la integración sociolingüística y en los procesos de acomodación comunicativa, el libro ofrece un estudio de actitudes hacia las variedades ecuatoriana y madrileña, aplicando una metodología sociolingüística, de fuerte base psicosocial, que combina técnicas tanto cualitativas como cuantitativas, así como de medición directa e indirecta