Durante la guerra fría, los escritores y los artistas en general se enfrentaron a un inmenso desafío. En el mundo soviético se esperaba de ellos que produjesen obras que glorificasen la militancia, la lucha y el optimismo permanente. En Occidente se hacía alarde de la libertad de expresión como la posesión más preciada de la democracia liberal. Pero esa libertad podía tener su precio. En este libro se documenta la extraordinaria fuerza de una campaña secreta en la que algunos de los más elocuentes exponentes de la libertad intelectual en el mundo occidental fueron instrumentos -lo supiesen o no, les gustase o no- de los servicios secretos estadounidenses. Frances Stonor Saunders demuestra cómo la CIA logró infiltrarse en todos los nichos de la cultura. Las organizaciones que le servían de tapadera y las fundaciones filantrópicas que canalizaban su dinero organizaban congresos, exposiciones, conciertos y giras de orquestas sinfónicas por todo el mundo y subvencionaron ambiciosos programas editoriales y costosas traducciones; las revistas de toda Europa y de otros lugares de mundo, compensaban sus pérdidas gracias a generosos mecenas tras los cuales estaba la CIA. Stonor Saunders ha escrito una brillante y crítica biografía colectiva. Una historia apasionante y fácil de leer de un sistema de mecenazgo clandestino que no tiene precedentes en la historia contemporánea.