Pocos poetas tan representativos de la reciente evolución de la poesía española como De Cuenca (Madrid, 1950). Este autor acierta a entremezclar como pocos cultura y vida, humor y lirismo, cotidianidad y misterio, el mundo del cómic y el de la literatura, coloquialismo y rigor métrico, trivialidad desenfadada y hondura trágica. Es también un poeta de la intertextualidad, como podrá apreciarse en su obra.