Isidro, treintañero y barcelonés, malgasta su vida ?repartiendo cafés? en un gabinete de asesoría que dirige un nostálgico del yugo y las flechas al que apodan El Caudillo. Tras erigirse en protagonista involuntario durante la presentación de un proyecto, se verá forzado, en apenas veinticuatro horas, a afrontar la pérdida del trabajo primero, y de su novia después. Bruno, su mejor amigo, tratará de levantarle los ánimos mediante la aplicación de su receta preferida: diversión y mujeres. Una escapada nocturna y una delirante fiesta de fin de año parecen surtir efecto. Pero ni fiestas burbujeantes ni curvas peligrosas serán la solución. Dos encuentros inesperados acabarán por abrirle los ojos y le empujarán a cambiar el rumbo de su monótona existencia. La caída del Imperio Masoquista es una novela que habla del equipaje forzoso que cargamos sin querer, de la voluntad de salir a flote en vez de por la ventana. De atreverse o no atreverse. De vivir o, simplemente, sobrevivir.