En la actual sociedad líquida en la que vivimos el cambio y la incertidumbre son permanentes y como tales estaría bien que nos supiéramos adaptar constantemente a las nuevas circunstancias que van aconteciendo prácticamente en tiempo real. Decimos adaptabilidad y no adaptación porque lo que proponemos con este trabajo es desarrollar un buen hábito que nos sirva para todas y cada una de las distintas adaptaciones que tengamos que realizar a lo largo de nuestra vida. Consideramos que este hábito debe basarse en el desarrollo tanto de un pensamiento creativo como de un pensamiento crítico-racional, por eso proponemos al arte y a la lectura como dos vías para potenciar esos dos tipos de pensamientos. Al potenciar tanto la creatividad a través de la interpretación de obras de arte como la racionalidad crítica a través de la lectura de textos conseguiremos ser capaces de pensar nuestros sentimientos y de sentir nuestros pensamientos. Intentaremos con todo ello desarrollar un criterio propio con el que seamos capaces de tomar nuestras propias decisiones sin dejarnos influenciar por el sistema consumista y por sus grandes beneficiados sino por nuestro propio criterio autónomo y responsable. Como, nos guste o no, tenemos que vivir en sociedad relacionándonos con los demás, el desarrollo de dicho criterio tendrá que estar orientado a la vida en sociedad. Pensamos que una buena forma de hacerlo es acercándonos un poco a la filosofía, pues no en vano cuando pensamos nuestra vida y nos preguntamos cosas al respecto lo que estamos haciendo es filosofar. De manera que esta obra está orientada a todas aquellas personas que pretendan no estar predeterminadas para elegir y decidir sus propios asuntos y que deseen manejarse con soltura y seguridad en la sociedad del conocimiento y la sabiduría.