El evangelista Lucas preservó la continuidad entre las raíces judías de Jesús y su propio horizonte de pensamiento y, al mismo tiempo, abrió la figura de Jesús al mundo griego. Ese intento de Lucas de unir el Antiguo y el Nuevo Testamento, traduciendo al momento presente lo que un día sucedió en el pasado, es el mismo que ha llevado a Anselm Grün a escribir este libro. En él, nos presenta el texto delevangelista desde las necesidades y los anhelos de los hombres de nuestros días, poniéndolo al lado de lo que a Lucas le fascinó de la figura de Jesús como hombre de su tiempo.