Como demuestra la expansión de la vida en nuestro planeta, cualquier ente vivo, además de una organización autónoma, es un agente preparado para propagarse, es decir, capaz no sólo de modificar su entorno sino de interactuar y construir algo más: su propia biosfera. Desde esos presupuestos y en la estela de Schrödinger, Kauffman afirma en el arranque de su libro que «puede que haya tropezado con la verdadera definición de la vida misma». Sus modelos expansivos y su nueva definición de organización explican desde una nueva perspectiva el origen y evolución de la vida, y conducen a nuevas leyes sobre la comportamientos cooperativos, la diversidad de la biosfera o la evolución de sistemas de gran escala como el universo. El lector aprenderá además sorprendentes implicaciones de esta nueva «biología general» en realidades tan dispares como la economía, la historia de nuestra civilización o la propia evolución tecnológica.