Medio siglo ya de pensamiento y praxis ecologista (pues cabría situar el punto de partida del ecologismo moderno aproximadamente en la publicación de La primavera silenciosa de Rachel Carson, en 1962) y sin embargo el desencuentro entre las sociedades industriales y la biosfera se ha agudizado tanto que ahora nos hallamos realmente frente a un abismo, y con escaso margen de reacción. Pese a que somos interdependientes y ecodependientes, seres vulnerables que habitan un planeta finito dotado con recursos limitados, tendemos a extraviarnos en fantasías de omnipotencia tecnológica y crecimiento económico ilimitado. Para encontrar caminos practicables que nos alejen de los peores desenlaces de la crisis ecológico-social global hay que tratar de pensar con radicalidad. Este libro lo intenta.