Bartolomé de Las Casas es uno de los filósofos más originales de todos los tiempos. Es el primer filósofo de la América surgida a raíz de la conquista, debido a que entendió su autonomía y pidió equipararla con la de la propia Europa. Al pedir que se aceptara la legitimidad de los gobernantes y los derechos de los pueblos originarios demandaba también el reconocimiento de su historia y su cultura, o dicho en otros términos, de una existencia y un ser constitutivos precedentes a la invasión. Para él, el secreto de América no se encontraba en el gobierno ni en la religión que pudieran comunicar los españoles, sino en la voluntad de sus propios habitantes, a partir de los cuales de su realidad y sus necesidades debía emprenderse el análisis filosófico: la comprensión de la alteridad de los indios implicaba una nueva percepción de la historia, del mundo y de la Historia del mundo.