Desde la publicación de su primer libro de poemas, El mar es una tarde con campanas (1965), hasta A palo seco (2007), son ya quince las obras que Antonio Hernández ha publicado y que se recogen en los dos volúmenes de Insur gencias. Por vez primera, el lector podrá abordar la integridad de la obra poética de Hernández, seguir el hilo del desarrollo y la metamorfosis del conjunto de su poesía, al mismo tiempo siempre fiel a su intransferible personalidad poética. La crítica suele situar la poesía de Hernández como parte del grupo del 60, una generación heterogénea considerada como bisagra entre los poetas del 50 y los novísimos, y a la que los teóricos no han conseguido otorgar un espacio suficientemente definido. Sin embargo, más allá de las categorías críticas de corte historiográfico, la voz de Antonio Hernán dez ha encontrado su propio y definido espacio en la diversidad del panorama poético contemporáneo. El espacio de una voz tanto indagativa como lírica, asentada en un profundo conocimiento de las formas y los ritmos, arriesgada tanto en su pulsión existencial como ética y en su valoración constante de la vibración moral y estética del lenguaje.
La obra de Antonio Hernández ha sido reconocida con un importante número de prestigiosos premios: Premio Nacional de la Crítica de Poesía, Premio Andalucía de Novela, Gran Premio del Centenario del Círculo de Bellas Artes, Premios Rafael Alberti, Gil de Biedma, Miguel Hernán dez o Tiflos de poesía entre otros. De la misma manera, su temperamento de intelectual comprometido con la cultura de su época le ha llevado a ser jurado permanente de diversos premios tanto de poesía como de narrativa, así como Presidente de Honor de la Asociación Andaluza de Críticos y Escritores y miembro de las directivas de cedro y de la ace. La totalidad de su trayectoria ha sido reconocida con el Premio de la Asociación «Críticos del Sur» (reunidos anualmente en Almería) y el Premio Ciudadano que otorga la Asociación de Entidades de Radio y Televisión Digital.
En los versos de Antonio Hernández la convivencia de oposiciones domina la contemplación de la belleza, el anclaje en el amor, la pureza de la infancia, la hermandad en lo telúrico, el deseo de justicia, la exuberancia de los sentidos, la perplejidad existencial Ninguno de sus poemas deja indiferente, al con trario, cala siempre en lo profundo, genera el fuego de la reflexión y abre el horizonte de la transformación. Poeta de sustancia y de desbordantes matices, andaluz y universal, Antonio Her nández tiene duende para transfigurar el poema en el espíritu de lo que canta, en comunidad y compenetración con el entorno. Su elegante verso, cordial y firme, fluye entre la fábula, el asombro y la pasión, configurando un fiel artístico de excepcional calidad que le individualiza como una de las voces más personales y renovadoras de la poesía española contemporánea.
F. J. Peñas-Bermejo, del prólogo a Insurgencias
Cuando Antonio Hernández publicó Lente de agua, leí el libro y me asombró el salto cualitativo y cuantitativo que había pegado el segadorcillo de Arcos. ¡Joder qué poeta! Con el Premio de la Crítica alcanza la madurez y la consagración de los mejores de aquella generación que quizá fue la penúltima del Café Gijón.
Francisco Umbral, El Mundo
Antonio Hernández no consiguió su sueño de jugar en el Betis, pero ahora mismo es titular indiscutible de la selección nacional de la poesía.
Claudio Rodríguez, en la presentación de Habitación en Arcos en el ICI
Es un estremecimiento que no acaba: los versos son bellísimos. Por eso hablo de poemas, y de poesía también. Pero pasa por ellos, por todos ellos, un viento lastimado que adolora el corazón del lector. No son versos para cobardes ni para desertores, sino para hombres que tienen el pulso cierto y la emoción encerrada.
Manuel Alvar, Blanco y Negro
El mejor poeta gaditano vivo.
Manuel Mantero, Diario de Sevilla
Poeta mayor, poeta total.
José García Nieto, ABC literario
Con el desgarro de un Baudelaire, un Rimbaud, un Larra
F. Martínez Ruiz, Poesía española. Segunda generación de posguerra
Ha sentido, por decirlo con palabras de Vicente Aleixandre, la embestida brutal de las aves celestes, y por eso su poesía es fascinante y contagiosa.
Enrique Molina Campos, Nueva estafeta
Antonio Hernández certifica la renovación de la poesía española por diferente línea que los novísimos.
Santos Sanz Villanueva, Historia de la literatura española: Literatura actual
El último poeta sagrado.
Antonio Enrique, República de las Letras