Jugadores y entrenadores respondemos a unos principios supralógicos inherentes al ser humano que emergen de la percepción global del día a día. Este proceder se corresponde con la intuición para comprender nuestra existencia y la de los demás, con la gestión de nuestros conflictos internos, o con la óptima administración de los diferentes episodios contextuales que acontecen. Toda esta génesis de elementos y sus propiedades emergentes (Morin, 1994) se deben abordar desde una perspectiva integral,ral, pero sin dejar de prestar atención a expresiones inferiores no aisladas o fractales con el fin de poder comprenderlos en su totalidad y de esta manera optar a un mejor entendimiento sobre los comportamientos de aquell@s que ?desarrollan el juego dell futbol?, aspecto que por otro lado no se abordará en el presente libro. Desde esta perspectiva ideológica que acabo de argumentar con grandes aires de complejidad, me tomo la libertad de sugerir al lector que la tenga siempre presente, puesto que poror momentos y al tratarse de un tema tan especifico perteneciente a los comportamientos del futbolista, puede que se interprete desde un prisma reduccionista, situación de la que el presente trabajo se quiere desmarcar.