EN EL TALMUD HEBREO ESTÁ ESCRITO: Cuídate mucho de hacer llorar a una mujer, pues Dios cuenta todas sus lágrimas. La mujer salió de la costilla del hombre, no de los pies para ser pisoteada, ni de la cabeza para ser superior, sino del lado para ser igual, debajo del brazo para ser protegida y al lado del corazón para ser amada. Desgraciadamente Naomi, Marta, Marisa, Katherine, Clara y Alma unieron sus vidas a auténticos terroristas carentes de corazón, pero colmados en sus palabras y gestos del veneno suficiente como para hacer que las mujeres que los veneraban deseasen dejar de respirar.