\"Cada uno de nosotros puede, manteniéndose en ciertas y determinadas condiciones mentales, adquirir de manera continua y en poco tiempo, la necesaria fuerza de carácter para hacer sus sueños realidad, con la suerte de que una vez que se haya adquirido esta fuerza, no se perderá jamás\".
Prentice Mulford, un maestro del Nuevo Pensamiento, nos enseña en esta obra como adquirir la fuerza necesaria para lograr nuestros sueños, nos habla de los dones del espíritu y de cómo superar el miedo, de la forma de relajar la mente y estimular la creatividad, de nuestro maestro interno y en definitiva de cuales son las leyes para lograr el triunfo en todas las facetas de la vida.
Dale Carnegie, Norman Vincent Peale y Og Mandino, son algunos de los escritores influenciados por sus principios y por su forma de ver la vida.
Según sus propias palabras:
\"La propia y personal responsabilidad nos llevará a desarrollar todo el poder del que seamos capaces y por este camino hallaremos seguramente la buscada prosperidad\".
PRENTICE MULFORD nació en Sag Harbor, Long Island, New York. A la edad de veintidós años viajó a California, tratando de encontrar fortuna en el oro, el cobre y la plata, donde fue maestro de escuela, profesor y observador de la naturaleza humana, pero no hizo su fortuna con el oro, sino con sus interesantes e imaginativos artículos y libros. Así pasó cinco años como escritor y editor de varias ponencias y fue calificado por muchos en San Francisco como un \"bohemio\", por su desprecio hacia el dinero.
Se interesó por los fenómenos espirituales y mentales y vivía en un viejo crucero en la Bahía de San Francisco. Después de volver de un viaje en el extranjero, Prentice Mulford vivió durante 17 años como un ermitaño en los pantanos de Passaic, Nueva Jersey. Fue allí donde escribió algunas de sus mejores obras sobre las leyes mentales y espirituales. Llegó a ser conocido por su estilo humorístico en la escritura y su descripción tanto de la vida como de la vida en el mar.
Más adelante regresó a la ciudad de Nueva York, donde se convirtió en un conocido conferenciante, autor de poemas y ensayos, y un columnista del New York Daily Graphic.
Sus escritos encierran una particular filosofía, y representan una peculiar etapa de penetración en el misterio que rodea al hombre. Sus ensayos fueron el trabajo, ya que el conocimiento fue el regalo de un hombre que no debía nada a los libros, más bien a lo que normalmente se entiende por observación y todo o casi todo a la reflexión, alimentada por el contacto con la naturaleza.
QUe era un sabio profesor y dogmático se desprende de sus propias palabras: \"En la vida espiritual cada persona es su propio descubridor\".
A la edad de 57, Mulford decidió regresar a Sag Harbor y escribir sobre Long Island después de la Fiebre del Oro, pero falleció pacíficamente, sin ninguna aparente enfermedad o dolor, solo en su barco en ruta.