La llegada a Jerez, en los albores del siglo XII, de Ab l-Qsim sà b. Ibrhm b. Abd Rabbih b. ahwar al-Qays de Talavera, conocido como Ibn ahwar, supone el comienzo de una etapa de esplendor intelectual para la ciudad. La ciudad contó con sabios especializados en disciplinas diversas, sobre todo gramática y bellas letras. En estas últimas sobresalieron en la ciudad Ab l-Abbs Ibn Abd al-Mumin al-ar, y los poetas Ab Amr Ibn Giy y Ab l-asan Ibn Lubbl que ocuparon un lugar exclusivo en el parnaso andalusí.