Creador precoz, su trayectoria estuvo signada siempre por una versatilidad artística que lo llevó a perfilar una obra literaria polifacética que supo transitar no sólo por la lírica, sino también por la narrativa, el drama y el ensayo. Buscador inquieto, alternó la escritura con otros modos de expresión a través de las artes visuales o la música.
Su obra plástica, de amplio reconocimiento internacional, influida por las formas y los mitos precolombinos, ha sido expuesta en prestigiosos certámenes y bienales, figurando en importantes museos del mundo como el MOMA de Nueva York y la colección Nelson Rockefeller.
Una amplia muestra de su creación está recogida en los volúmenes Sin título (2000), Vivir es una obra maestra (2003), Arte Poética (2004) y Poeta en Roma (2009).