El propósito inicial del libro parece ser sobre todo el de sorprendernos y entretenernos con una sucesión de historias y textos sobre los más diversos aspectos de la vida y costumbres de los antiguos griegos, desde las normas de etiqueta en la comida o los métodos para perder peso, hasta los rituales para tener éxito en el sexo; desde la fascinación por el deporte olímpico (¿fue un hombre-lobo el ganador del boxeo en una olimpiada?), hasta los crímenes de la policía secreta de Esparta. Todo ello contado a través de testimonios coetáneos e ilustrado con las imágenes de la vida cotidiana que se nos han conservado en la cerámica antigua. Hasta que de la sorpresa inicial pasamos al descubrimiento de que aquel no era tal vez el mundo admirable que se nos ha hecho creer.