Fruta prohibida puede verse como una reflexión acerca del derecho y el estado contemporáneos, aunque la intención de su autor haya sido cultivar el género de los «libros de texto»: una introducción a los fenómenos jurídicos y de poder, en este caso.
Como aproximación al derecho y al estado, Fruta prohibida puede ser de interés no solamente para estudiantes de Derecho o Ciencias Políticas, sino también para quienes cursan las numerosas licenciaturas en las que los conocimientos político-jurídicos resultan materialmente indispensables: Sociología, Historia, Humanidades, Ciencias Económicas, Filosofía.
Fruta prohibida desborda sin embargo el ámbito de los contenidos informativos habitual en los textos de estudio universitario. Pues conduce a una reflexión teorética innovadora, de amplio alcance, sobre el derecho y las instituciones del siglo XXI y, sobre todo, acerca del derecho y el sistema de poder configurados al hilo de la «gran transformación» socio-política.
Fruta prohibida se convierte así en un libro esclarecedor sobre los problemas del nuevo derecho de la mundialización y del poder metaestatal que se materializa en nuestros días.
Un poder que ya no puede ser reconocido a partir de las categorías con que la modernidad deletreó su propio relato político.