Los artículos reunidos en este volumen poseen el común denominador de considerar a Los Andes y los espacios fronterizos como sociabilidades cuya configuración es factible de ser historizada o enmarcada en una memoria colectiva que la explica. En otras palabras, y esto es clave, comprender que la aprehensión del espacio requiere del marco que otorga su contexto sociocultural, donde el análisis temporal es fundamental para visualizar el proceso de construcción del sentido o significación espacial. Es necesario por tanto asumir que el espacio no se reduce a su simple materialidad y que, como en este libro, resulta importante en la geografía actual no perder de vista "la dimensión espacial de lo social". Los imaginarios geográficos son procesos constructivos, son producciones espaciales, son representaciones con las que un grupo o un país se proyecta socialmente. Por lo mismo son producciones finitas, cambiantes, móviles. Sin embargo, ellas debe comprenderse, se materializan, se concretan, es decir, los imaginarios geográficos son el resultado de un relato social, de acciones, de dispositivos, de mecanismos discursivos que afianzan en la retina colectiva un modo de mirar el espacio y, por ende, un modo de actuar en él.