Su padre le enseñó a ser Emperador.
Las mujeres le enseñaron lo que era la vida.
Esta es la historia de un niño que no eligió ser hijo de quien era.
Perdió a su madre con doce años y veía tan poco a su padre que apenas recordaba su cara. Es la historia de un joven que a los dieciséis años gobernaba España por orden del Emperador.
De un hombre creyente y supersticioso, marcado por las mujeres que le rodearon, seductor y desconfiado, dueño de una gran sensibilidad y capaz, al mismo tiempo, de las mayores crueldades con sus enemigos.
Felipe no eligió ser hijo de Carlos I de España y V de Alemania. Pero lo fue.
Esta es la historia de un hombre que heredó el mundo.