Argumento de Espejos en la Niebla
Verdadero pionero en España de la ensayística cinematográfica (esa que explora con ahínco cuáles son los límites de la ficción y sus refutaciones, que no pueden acotarse cómodamente en el vago concepto de documental), Basilio Martín Patino (Lumbreras, Salamanca, 1931) es autor de una obra-isla en el archipiélago de nuestro cine. Si Godard afirmó que «ver una película es siempre compararla con otras», en el caso de Martín Patino el aserto no puede ser más pertinente: su cine es un continuo cuestionarse a sí mismo, en la medida en que cada pieza parece estar formando parte de un mosaico agrietado que no esconde su condición de artificio o trampantojo. Sus experimentaciones en torno al documental de compilación (el llamado metraje encontrado) y el falso documental (o, siguiendo la terminología británica, fake documentary) comienzan por acopiar series de archivos audiovisuales que yacían en el desván de las filmotecas para operar sobre ellos una suerte de cirugía frankensteiniana; restos de un naufragio que Martín Patino redefine gracias a un tratamiento del montaje transgresor, iconoclasta y, al cabo, personalísimo.1