Eros se dibuja a través de las palabras en estas prosas poéticas. Esa fotografía me abría a ese inexplorado cuerpo que se dibujaba con mis dedos. Caligrafiaba los bordes en un intento de ser Pigmalión. Los cuerpos se encuentran y tu boca tatuó sobre mi piel mi destino; se desean, no acierto con la sonrisa que te me entregará; se distancian; se recuerdan, allí las ensoñaciones la tomaban, como si aún existieses; se tocan y se imaginan, tu mirada se derramó sobre mí, penentrando lentamente entre las grietas de mis deseos. Te invitan a unirte a ellos para dejarte llevar y sentir.